sábado, 8 de junio de 2013

TIPS IMPORTANTES

CONSIDERACIONES GENERALES

La era farmacológica ha representado un enorme beneficio para la humanidad. Podemos decir que buena parte de la calidad de vida que gozamos hoy, se debe a los adelantos en farmacología.
Se sabe que todos los medicamentos pueden producir efectos secundarios y, en ciertas condiciones, prácticamente cualquier medicamento puede alterar el desempeño sexual. Aunque, por fortuna, la mayoría de las veces esto no sucede, es importante conocer cuáles medicamentos señala la literatura como responsables de diversos problemas sexuales.
Cuando se sospecha que un medicamento es la causa de una disfunción sexual, se debe consultar de inmediato, pues el médico es quien determinará si la alteración sexual es realmente ocasionada por el fármaco. Al confirmar la relación entre el medicamento y el problema sexual, el médico tiene varias opciones: disminuir la dosis, cambiar el medicamento o, en algunas situaciones, suspenderlo, para lo cual siempre debe considerar la enfermedad de fondo y el estado del paciente.
Dichosamente, los efectos negativos sobre la sexualidad rara vez son permanentes y, cuando el médico descontinúa el medicamento, las repercusiones sexuales desaparecen en muy corto plazo. Claro está, si el paciente ha utilizado el medicamento por grandes lapsos, el tiempo de recuperación suele prolongarse.

EFECTOS NEGATIVOS SOBRE LA SEXUALIDAD

Los esquemas de tratamiento, sobre todo cuando se utilizan por largos períodos, pueden producir básicamente cinco problemas sexuales, a saber:
• Disminución del deseo sexual
• Problemas de erección
• Dificultades para eyacular
• Dificultades para conseguir el orgasmo
• Dolor con las relaciones sexuales
En este articulo presentamos una lista de los medicamentos, tanto con su denominación científica como con su nombre comercial, que ocasionalmente provocan problemas sexuales.
Si usted está tomando un medicamento cuyo nombre comercial no aparece en esta lista, búsquelo con el nombre científico, el cual se encuentra en la sección del empaque donde se especifica la composición del producto.
 PASTILLAS ANTICONCEPTIVAS

Sabemos poco sobre las hormonas femeninas y el comportamiento sexual de la mujer. Tal desconocimiento nos coloca en una posición desventajosa para evaluar, de manera objetiva, el efecto de los anticonceptivos hormonales sobre la sexualidad.
Además, la vida sexual involucra una intrincada interacción de factores sociales, psicológicos, religiosos, biológicos y morales, muy compleja de estudiar. A continuación, presentamos algunos aspectos en torno al difícil tema de la sexualidad y la anticoncepción hormonal:
• Todavía persiste la idea generalizada de que los anticonceptivos hormonales dañan la sexualidad. Esta creencia obedecía a que los primeros preparados anticonceptivos tenían altas concentraciones hormonales, que alteraban la respuesta sexual.
• Los anticonceptivos actuales tienen dosis mucho menores, por lo cual no es frecuente que la sexualidad se vea afectada.
• Los anticonceptivos hormonales no afectan la espontaneidad amorosa, por cuanto no interrumpen el acto sexual, como sí lo hacen otros métodos -entre ellos el preservativo o las cremas anticonceptivas- que requieren de una pausa en pleno acto sexual para su colocación.
• Otra cualidad de estos anticonceptivos radica en que les permite resguardar la privacidad a las mujeres con vida sexual al margen de los cánones sociales, como las solteras, divorciadas, viudas y adolescentes. Ellas pueden beneficiarse de modo discreto de esta anticoncepción, sin que nadie se entere.
• En su mayoría, las mujeres no experimentan efectos directos negativos en su vida sexual a raíz del uso de estos anticonceptivos.
• En nuestras poblaciones, el temor al embarazo suele ser un enemigo del deleite sexual. Esto es más acentuado en la mujer, que usualmente es quien asume las responsabilidades inherentes a un embarazo no deseado. Bajo esa perspectiva, los anticonceptivos hormonales aumentan la calidad de la vida sexual de la mayoría de las parejas, al permitirles el goce pleno de la sexualidad, protegidas de forma eficaz del riesgo de un embarazo.
• Es de todos conocido que la anticoncepción hormonal representa una herramienta eficaz para planear la familia y el proyecto de vida de la pareja, lo cual redunda en un incremento en la calidad de vida sexual.
• Según señalan algunos reportes, un diez por ciento de las mujeres relata descensos en el deseo sexual, dificultades para conseguir el orgasmo y alteraciones en la lubricación, asociados sobre todo al uso de la minipíldora, el Noristerat y la Depoprovera.
• El resto de los anticonceptivos hormonales también podría afectar la esfera sexual, pero en porcentajes mucho menores.
• En las poblaciones latinoamericanas, estos efectos negativos pueden verse incrementados por la escasa educación sexual y la enorme cantidad de prejuicios en torno al tema de la sexualidad.
• Probablemente los anticonceptivos hormonales no son los causantes del sinnúmero de casos que consultan atribuyéndoles el origen de un problema sexual. El verdadero responsable de estas disfunciones suele ser la carencia de programas de educación sexual destinados a fortalecer los vínculos sexuales de las parejas.
• La situación sexual de nuestros países es tal, que muchas parejas ven con beneplácito los efectos negativos sobre la sexualidad.
• Se sabe que algunas mujeres rehúyen la vida sexual por problemas de pareja, pero alegan falsamente ante esta que se debe al uso de los anticonceptivos.
• También observamos efectos negativos sobre el desempeño sexual femenino, que guardan relación con el hecho que la anticoncepción hormonal no es aceptada por la Iglesia católica. En mujeres muy religiosas, esto puede provocar fuertes sentimientos de culpa.
• Con respecto a los nuevos métodos, como el anillo vaginal, el parche anticonceptivo y el implante, por ser de reciente aparición se desconocen los efectos sobre la vida sexual. Sin embargo, es de prever que se comporten como los otros anticonceptivos hormonales, en el sentido de que brindan seguridad a la pareja y, por ende, acrecientan la vida sexual.
• Los estudios indican, además, que la inmensa mayoría de las parejas que usan el anillo vaginal, no siente ninguna molestia al momento de tener relaciones sexuales.
• En cuanto al efecto de la píldora del día siguiente, es importante señalar que las parejas lo interpretan como una segunda oportunidad, ya que, a pesar de no haber utilizado anticoncepción, gracias a este método pueden prevenir el embarazo posteriormente. Esto suele ser tranquilizador para las parejas, en particular en aquellas donde un embarazo implica situaciones apremiantes en los ámbitos económico, social o académico. Sin duda esto redunda de manera positiva en el vínculo y en la vida sexual.
• Muchas mujeres experimentan una mejoría en su vida sexual porque los anticonceptivos hormonales le mejoraron su condición ginecológica. Así, la mujer que sufre de fuertes dolores menstruales u ovulatorios, se siente más receptiva sexualmente cuando cesan esas molestias.
Por todo lo anterior es fácil de entender que, ante la presencia de un problema sexual asociado al uso de estos anticonceptivos, se debe efectuar un análisis individual y oportuno. Por consiguiente, las parejas deben consultar de inmediato para evitar efectos negativos sobre el vínculo de pareja.

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